jueves, 10 de octubre de 2013

Ensayo "La Gerencia Educativa: Nuevos Paradigmas" Autora Eneida Margarita Gómez

La Gerencia Educativa: Nuevos Paradigmas
        En el diplomado de participación comunitaria  leí un artículo sobre liderazgo y lo que más me impactó fue una interrogante que hizo el autor al final del texto ¿por qué existen tantas teorías, tantos libros,  tantos cursos de liderazgo y tan pocos líderes? La respuesta que el autor dio fue aún más impresionante, “es que el mayor impedimento para el desarrollo del liderazgo es la concepción que tenemos del mismo”
La visión tradicional concibe al líder como un individuo carismático que posee características innatas y extraordinarias, y que a partir de estas particularidades realiza la conducción de sus “seguidores”. Lo distintivo de su accionar es que ejerce influencia sobre los demás y determina sus conductas. El 90% de la biografía actual sobre liderazgo centra su enfoque en tema de la influencia. Esta mirada del liderazgo, fundada en “paradigma de la influencia”, la cual lleva implícita la creencia de que liderar es “es hacer que el otro haga lo que yo quiero”. El fracaso de este modelo se debe a que el mismo no es más que una versión modernizada y sofisticada de la concepción tradicional de  “mando-control”, donde se pretende cambiar la orden por influencia”
Se piensa que este tema no tiene solución hasta que no cambiemos nuestra noción del liderazgo. Es por eso que se propone pensar en el liderazgo desde un paradigma del desarrollo personal y organizacional, entendiendo al liderazgo como un estilo de conducción que se compromete con el desarrollo de su gente. Por eso Tom Peters decía:”Los líderes no crean seguidores, crean líderes”. Esta es una visión desafiante hacer que todos los integrantes de una institución actúen como líderes.
En los tiempos modernos Dee Hook plantea que “la responsabilidad más  importante de cualquiera que intente dirigir lo que sea, es  gestionarse a sí mismo como persona”. En este sentido podemos  afirmar que el verdadero liderazgo comienza por liderarse. ¿Qué queremos decir con esto? Que nuestra capacidad de gerenciar, liderar equipos y promover el avance de nuestras organizaciones va a estar condicionado por nuestro propio proceso de desarrollo personal y por la adquisición de las competencias que determinan nuestra efectividad. Es sobre esta convicción que se sostiene que el proceso de desarrollo del líder se recorre de adentro hacia fuera y que el auto liderazgo, es condición necesaria para el desempeño de un líder eficaz.
Es increíble lo poco que se sabe sobre los nuevos paradigmas para dirigir desde el liderazgo. La ignorancia ha sido extremada hasta el punto de debilitar el clima armonioso que favorezca la conducción efectiva en los centros educativos  y lo deja a merced para que la improvisación sea el aspecto que más se lleve a la práctica. En algunos centros educativos existen  gerentes lineales donde nadie puede innovar sin su anuencia, además tienen una  visión a corto plazo, su forma de actuar es individualista, vive de la urgencia, cree que el puesto le da poder, mide de manera cuantitativa es controlador y mantiene dentro de los paradigmas. Esto trae consigo un ambiente de estrés en los actores del proceso.
El tema de mayor interés en las instituciones educativas es el relacionado con la gerencia. La cual es ineludible para toda persona responsable de la tarea de conducción en el sistema educativo público y privado, desde la educación inicial hasta las entidades universitarias. Es el órgano específico y distintivo de toda organización. Una gerencia efectiva es un Es el órgano específico y distintivo de toda organización.  Una gerencia efectiva es un requisito para la existencia, firmeza y desarrollo constante de la empresa o institución en las condiciones altamente desafiantes y móviles del mercado actual
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El proceso de conducción de una institución educativa se realiza por medio del ejercicio de un conjunto de habilidades directivas las mismas están orientadas a planificar, organizar, coordinar y evaluar la gestión estratégica de aquellas actividades necesarias para alcanzar eficacia pedagógica, eficiencia administrativa, efectividad comunitaria y trascendencia cultural. La gestión pedagógica y la gestión administrativa se proyectan a vincularse con la comunidad, con una dimensión cultural que debe alcanzar frutos duraderos en las personas y en los grupos humanos. 

La gerencia educativa de los nuevos tiempos es un punto de equilibrio para favorecer que el equipo desarrolle un espíritu de cuerpo, pues esto permite a sus miembros interactuar de forma proactiva en las dimensiones de la tarea a realizar, el procedimiento de trabajo y el proceso socio-afectivo entre ellos de manera tal que cada miembro desempeña el papel asignado, haciendo el mejor uso de su talento para integrar sus habilidades, acentuar sus fortalezas y disminuir sus debilidades, donde es vital la autoevaluación como mecanismo de retroalimentación para identificar los problemas y planear las acciones correctivas que aseguren resultados exitosos.
Por otro lado, el éxito del líder educativo está determinado por su capacidad de delegar en el equipo funciones y de tomar las decisiones que estén a su alcance, y así liberar tiempo para acometer acciones de mayor valor agregado. Se debe tomar en cuenta que para  delegar con éxito el directivo debe: seleccionar el trabajo y organizarlo, identificar a la persona adecuada, motivarla y prepararla para la ejecución del trabajo, asegurándose de su plena comprensión y, a la vez, estimular su independencia en la ejecución y ejercer el control y la supervisión que asegure los resultados de calidad esperados.
Está claramente definido que todo directivo educativo ejerza su liderazgo, entendido como la conducta visible que genera en los docentes y demás sujetos el deseo de seguirlo y emularlo para juntos mejorar continuamente la calidad y la excelencia del servicio educativo, en función del proyecto educativo y la visión de la escuela, basados en la integridad, fidelidad a la misión, principios y valores que comparten. Es por eso que el proceso de gestión educativa en estos tiempos modernos tiene grandes retos y desafíos, ya que "implica dirigir funcionamiento, desarrollar un sistema,  como lo es la escuela y darle direccionalidad al servicio educativo que ofrece, el cual debe  basarse en: la normativa legal, la normativa general y la técnica, aportadas por la pedagogía, la didáctica y otras ciencias de la educación, el curriculum restringido y el amplio, las políticas y los planes educativos. Este servicio educativo, además, se fundamenta en los principios pedagógicos de la educabilidad, la educatividad la pasión y la racionalidad, y consiste en la acción del docente para dinamizar y orientar el proceso de enseñanza-aprendizaje para que el alumno/a logre unos objetivos previamente delimitados, a través de la adquisición de contenidos conceptuales, actitudinales y procedimentales, y ser así una experiencia de aprendizaje pertinente y significativo orientada a aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser.
En virtud de lo antes expuesto el gerente educativo para ser exitoso/as en su gestión debe hacerse acompañar de varias competencias  las cuales  es oportuno destacar, pues son aspectos medulares: el manejo de las relaciones interpersonales, ya que como líder representa a la institución ante la comunidad educativa y organismos del sistema escolar y otros entes externos. Su rol es motivar y estimular la participación y compromiso con las labores docentes, administrativas y proyectos a acometer; el manejo de la información que obtiene en su interrelación con los agentes de la comunidad educativa y su entorno, obteniendo así una visión de conjunto de la realidad de la escuela, de los procesos docentes y administrativos, la cual facilita el diagnóstico, la dirección de los proyectos; y de la escuela en su conjunto para la toma de decisiones además tener  la autoridad para emprender nuevos planes, organizar el trabajo, asignar las personas y recursos disponibles para su ejecución.
El gerente educativo del de estos nuevos tiempo tiene grandes retos y desafíos ya que las funciones que debe llevar a cabo amerita de mucho compromiso, es el representante auténtico ante las instancias del Ministerio de Educación, y demás instituciones y entes de carácter educativo; dirigir y coordinar sus actividades; dinamizar sus órganos de dirección y consulta, así como la participación de la comunidad educativa; organizar y administrar el personal y recursos asignados; asesorar a los docentes en la adaptación del curriculum y las prácticas pedagógicas; impulsar programas y proyectos de innovación y formación docente; y  atender y orientar al alumnado y a sus padres, madres y tutores. De ahí que el director es el actor del de la escuela que debe tener la capacidad para proporcionar dirección a la gestión de la escuela con una visión de conjunto y desarrollar un ambiente y cultura de trabajo en equipo que favorezca la participación creativa y la innovación, habilidad para obtener y procesar información relevante para planificar y solucionar problemas, capacidad de negociación y generación de compromiso, liderazgo centrado en el modelaje, disposición a aprender, habilidad para formar y asesorar en los procesos docentes y administrativos y capacidad de establecer vínculos de colaboración con la comunidad y su entorno, entre otras.
/Otro tópico objeto de análisis es el rol del gerente educativo de este siglo el cual no es más  que gerenciar el sistema que representa, la escuela que dirige o la red escolar que coordina, a fin de satisfacer las necesidades de los diferentes actores internos o vinculados a la institución y así contribuir a cubrir la demanda cuantitativa y cualitativa de educación. Todo directivo al gerenciar la escuela aplica de manera continua, en conjunto con los demás actores, el ciclo PLANIFICAR-EJECUTAR-REVISAR-ACTUAR. Se puede considerar a este ciclo como el proceso de dirección de la institución, a través del cual se planifica, organiza, dirige, controla y da seguimiento a la gestión escolar, optimizando la utilización de los recursos materiales, financieros, tecnológicos y humanos
Para instaurar el sistema gerencial en la escuela se debe crear el deseo de emprender la mejora; crear la creencia de que se puede hacer, a través de la promoción y liderazgo de proyectos sencillos para mejorar las prácticas pedagógicas, la gestión escolar y la innovación educativa; proporcionar a los diversos actores los medios: conceptuales pedagógicos, materiales y tecnológico para hacerlo; y  hacerlo, ya que creado el deseo, la creencia y la infraestructura de conocimientos y de herramientas, hacerlo es fácil.
Con este modelo se prioriza la “participación de los diferentes actores, al aprovechar las energías y competencias de cada uno, en aras de construir una organización inteligente, al aprender de su experiencia, sabiendo que “la participación no tiene ningún sentido en una organización educativa sin una dirección"  Darle direccionalidad es una responsabilidad del gerente educativo, en base al proyecto educativo y demás proyectos de la escuela, donde la visión compartida y finalidades de la misma son el marco orientador obligado para emprender la transformación de la institución escolar, su gestión y las prácticas pedagógicas.
En tanto una gestión educativa de excelencia exige del directivo su manejo integral, por lo que se propone la aplicación del "sistema de conocimiento profundo", el cual establece que ningún gerente podrá mejorar la calidad del servicio educativo, si no percibe a la escuela como un sistema: red compleja de procesos, los cuales presentan variaciones que deben ser controladas  sean éstas: variación aleatoria, dada por la naturaleza o diseño del proceso mismo, y que su mejoramiento implica un esfuerzo gerencial para cambiarlo; variación no aleatoria la cual obedece a un conjunto de causas especiales que pueden ser solucionadas por los estudiantes, docentes y personal administrativo.
El empeño del directivo por ofrecer un servicio de calidad lo debe conducir a implementar un modelo de gestión en la escuela que pretende representar el proceso de dirección de la escuela este tiene que  alimentarse de un conjunto de insumos dentro de los cuales cabe destacar a los alumnos con competencias y conocimientos previos, docentes, plan de estudio con los objetivos, contenidos, estrategias, medios, normativa y el ambiente institucional determinado por la cultura y el clima organizacional que posee  produciendo  como resultados, alumnos que logran aprendizajes significativos y pertinentes, una organización eficaz, eficiente y contextualizada producto de la innovación, su ensayo y adecuación de sus prácticas pedagógicas. Esto solo será posible si los actores se comprometen con la transformación de la escuela, diseño del proyecto de  escuela a construir, liderazgo y participación en la transformación, evaluación continua del aprendizaje colectivo, potenciación del aprendizaje continuo..
La comunicación eficaz es otro paradigma   que debe llevar a la praxis todo gerente educativo para  lograr generar en los actores de la comunidad educativa el deseo de emularlo la voluntad y creencia de que, entre todos, pueden hacer de la escuela un centro de calidad y excelencia. En este marco, la comunicación del gerente educativo debe desarrollarse en dos ámbitos de acción: la comunicación organizacional y la interpersonal. La primera se vincula con el manejo de la información relativa al desarrollo de la gestión de la escuela y la ejecución de los procesos de enseñanza aprendizaje, los proyectos e innovaciones que se adelantan, para lo cual el directivo propicia la comunicación descendente, ascendente y horizontal, como mecanismo para generar compromiso y participación de todos en el quehacer de la escuela. Por otro lado, la segunda se relaciona con el trato del directivo con los alumnos, docentes y demás sujetos, sirve para retroalimentar su desempeño u obtener informes de las situaciones que puedan afectar el buen clima y el logro de los objetivos de la escuela. Aquí, se le debe prestar atención a la comunicación verbal y a la corporal o gestual  para obtener información sobre el verdadero sentimiento de las personas.
 Otro paradigma que no puede quedarse en el olvido es el perfil profesional de competencias del gerente educativo podría resumirse en: la capacidad para proporcionar dirección a la gestión de la escuela en un ambiente y cultura de trabajo en equipo orientado a la participación creativa y la innovación; habilidad para obtener y procesar información relevante para planificar y solucionar problemas; capacidad de negociación y generación de compromiso; liderazgo centrado en el modelaje; disposición a aprender; habilidad para formar y asesorar en los procesos docentes y administrativos, y capacidad de establecer vínculos de colaboración con la comunidad y su entorno.
El modelo de dirección de la escuela para lograr convertirla en un centro educativo de excelencia: se alimenta de insumos, tales como: alumnos con competencias y conocimientos previos, docentes, plan de estudio y el ambiente institucional determinado por la cultura y el clima organizacional que posee; produce como resultados: alumnos que logran aprendizajes significativos y pertinentes, una organización eficaz, eficiente y contextualizada, producto de la innovación, su ensayo y la adecuación de sus prácticas pedagógicas; y  contempla para transformar los insumos en los resultados antes descritos, los pasos o etapas siguientes: generación del compromiso con la transformación, diseño del proyecto a construir, liderazgo y participación en la transformación, evaluación continua del aprendizaje colectivo y potenciación del aprendizaje continuo.
Pero algunos no quieren comprender que la dirección moderna es estratégica, visionaria, flexible, es eficaz con las personas, se anticipa al cambio, ve en conjunto, tiene visión a largo plazo, trabaja con la gente, su poder es personal, inspira el compromiso a la misión, rompe los paradigmas, facultad autoridad, evalúa de forma cualitativa,  piensa de manera global y no puede ser  buen gerente. Estos nuevos paradigmas contradicen a la gerencia tradicional  la cual es operativa, individualista, es eficaz con el sistema vive de las improvisaciones, visión a corto plazo, inflexible, tiene objetivos, el puesto le da poder, reacciona ante el cambio, organiza a las personas para lograr la misión, controla y se mantiene dentro de los paradigmas, es eficiente con los sistemas, delega funciones, evalúa de forma cuantitativa, piensa de  manera lineal y no puede ser buen líder.


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